miércoles, 28 de julio de 2010

Una oportunidad (título alternativo: Te amo viejo, feo y triste)

“Mama, ¿Pepe esta en un lugar mejor?”
“Claro, esta en el cielo, allí será muy feliz.”
“Pepe era muy bueno, siempre me protegía…”
“Porque te quería mucho, mi niño.”
“Y a ti también mamá. ¿Te acuerdas? Cuando te ponías triste por culpa de las llamadas de papá él te consolaba y no se separaba de ti…”
Mi hijo y yo caminábamos y hablábamos de Pepe. Pepe era un “buen chico”. Pero había muerto, era el momento de sustituirle, físicamente, se entiende, en nuestros corazones lo llevaríamos siempre.
Llegamos a la protectora de animales. Una mujer muy agradable nos atendió. Oliver empezó a recorrer las instalaciones descubriendo a todos los animales, buscando a su nueva mascota. Había muchos tipos de perros, algunos de raza, algunos cachorros, muchos hermosos y otros no tanto, aunque a los ojos de un “amante de los animales” todos sean preciosos.

Tras Oliver la mujer caminaba tras él curiosa por la elección que tomaría el pequeño, aunque podía imaginarla. Oliver era un niño, así que querría al perro más grande, jovial y bello que hubiese. Observaron durante largo rato luego Oliver paró en seco. Dentro de la caseta frente a la que se había quedado quieto había un perro viejo y feo, escondido, agazapado, miedoso, insanamente triste. La mujer lo miró contrariada: “Lo han traído hace unos días. Nos llamó un hombre preocupado por su estado. Lo habían abandonado. Estaba muy delgado cuando lo encontramos y encima el pobre estaba lleno de sangre, recientemente lo habían atropellado. Si no llega a ser por esa llamada ahora estaría muerto. Pero irá recuperándose…” Comentó la mujer pensando que al niño le había llamado la atención el terrible estado del animal. “Mira ahí hay unos perros que seguro que te van a gustar.” Dijo tratando de alejar la lastimosa visión que el niño habría tenido al ver al can.
Oliver, hizo caso omiso de la mujer, giró su pequeña cabecita y me gritó: “Este, quiero este….¿Puede ser nuestro perro?”
Cuando era una niña tenía una completa adoración hacia los animales y más específicamente hacia los perros. Hasta tal punto llegaba mi amor, que cada vez que encontraba uno en la calle me lo llevaba a casa. Mis padres estaban desesperados, pero sabían la sensibilidad que tenía hacia esos animalillos, así que se pasaban horas, a veces días buscando dueño al perro de turno. Esta dinámica se terminó cuando cogí a un galgo herido, al que llame Alfredo. “Al” era muy viejo, daba pena verlo y como se puede suponer fue imposible encontrar un dueño para él. Mis padres pensaron en deshacerse del perro pero, eran buenas personas, no querían darme semejante disgusto y en el fondo “Al” les inspiraba ternura, así que nos lo quedamos. “Al” a penas duró dos años, los dos mejores años de mi vida como niña. “Al” fue “mi primer perro”, su rostro y sobre todo su mirada cambiaron mucho en esos dos años, sus ojos dejaron de desear un “descanso” y empezaron a ansiar exprimir una vida que no había sido amable con él hasta ese instante, su rabo dejó de estar tieso mirando hacía el infierno que debía haber vivido para contonearse hacia el paraíso que mis padres y yo le habíamos brindado. Cuando murió, murió en mis brazos, feliz, inmensamente feliz. Y entonces lo supe, no quería tener más perros bonitos o de raza o inocentes cachorros, quería darle los mejores años de su vida a perros feos y viejos que nadie quisiese, y que posiblemente habían tenido una vida “muy perra”, darles la oportunidad de ser queridos, de morir en un ambiente de puro amor.
La mujer miró al niño: “Cielo, ¿estas seguro?”
“Sí, ahora esta mal, pero mama y yo lo cuidaremos. Ahora esta feo y triste, pero con amor se va a poner guapo y alegre, como Pepo.” La mujer sonrío al ver a un niño tan diferente. “Mamá, ¿puede ser nuestro perro?” Repitió impaciente.
“Cariño, puede ser” Afirmé unos pasos más atrás. Estaba contenta, teníamos un miembro más en la familia y mi legado estaba a salvo con Oliver.

8 comentarios:

  1. Tierna entrada, se aprecia tu sensibilidad.

    Siento adoración por los animales, especialmente los perros. Tengo dos recogidos y unos cuantos devueltos a sus amos cuando ya los daban por perdidos, opino como los protagonistas de tu cuento.

    Relatas muy bien y tus dibujos me han sorprendido gratamente. Un fuerte abrazo.

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  2. Hola Stefy. Es la primera vez que te comento. Veo que tu Blog es dinámico, no te vengas abajo como yo, que tengo el mío un poco abandonado.

    Tu entrada de hoy es muy tierna. Un verdadero amante de los animales actúa de ese modo. Me temo que yo hubiera hecho lo mismo, pero mi situación no me permite tener un animal en casa... Por falta de espacio y tiempo que dedicarle.

    Un Beso de Animalito, Stefy.

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  3. Hola Stefy,

    que lindo tu niño... elegir lo que más necesitaba... seguro!

    Te dejo saludos a ti y a tu niño,

    Sergio.

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  4. Francis, muchísimas gracias. Me encanta la gente como tú(has salvado vidas!:) la verdad es q son unos animales tan agradecidos, se lo merecen todo. Me alegro que te hayan gustado mis dibujos,todavía no me acostumbro a verlos en internet, con las maravillas que hay por ahí, pero poco a poco.Gracias de verdad!!me hace mucha ilusión recibir comentarios como los tuyos. Un abrazo muy grande.
    J.todo son épocas, he leido lo último que has escrito y me ha gustado muchísimo, tiene mucha calidad y te hace pensar. Yo también tengo mis "pequeños abandonos", no creas..debe ser que las musas necesitan tomar vacaciones de vez en cuando,jeje.No te preocupes, volverás con fuerza, seguro. Respecto a lo q me dices...quieres a los animales,es lo que cuenta:)Gracias por comentar mi entrada y por el animo!!! Un Beso de animalito para ti tb!!
    Sergio, muchas gracias! Aunque tengo que reconocerte algo: Aun no tengo hijos. Quería escribir sobre uno de mis valores y decidí hacerlo a través de una madre y su hijo. Aunque si algún día tengo un niño se llamará Oliver y me haría feliz que se pareciera a mi personaje ;)Pero, muchísimas gracias, de verdad!Un abrazo muy fuerte!

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  5. Ya sabes lo mucho que comparto contigo el amor a los animales. Me ha encantado el relato, ojalá el destinto de todos los perros abandonados fuera ese.
    Hemos coincidido esta semana en el tema de nuestros relatos. Te invito a que leas el mio, es menos amable, eso sí.

    Un fuerte abrazo

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  6. Hola Stefy, un relato muy tierno. Los niños son muy listos y supo quien necesitaba más cariño. A mi también me encantan los perritos, estoy encantada con Luna, y devuelven con creces todo el cariño que se les da. Un saludo y gracias por unirte a mi espacio. Te seguiré leyendo.

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  7. ¡Hola!
    Buscando imágenes de "perritos" para realizar una presentación en Power Point, la compu (sabia ella)me trajo hasta aquí.
    No soy un Bloggero, por tanto no se bien como escribir, pero en mi torpeza de palabras te quiero decir que solo alguien que tenga un corazón muy grande y bonito, puede ser capaz de escribir una historia tan bella como esta que hiciste tú.
    Es simple, pero sentida, es breve pero completa, es tierna y a la vez entretenida.
    Stefy. Llego a tu puerta por vez primera como un perrito callejero (sin pretenderlo y a la aventura). Espero que en otro momento, me permitas volver.
    Un abrazo:
    Juan Carlos

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  8. Hola Juan Carlos,
    No veo tu torpeza de palabras por ningún sitio, por el contrario, te expresas tan bien que me has emocionado muchísimo. Tú comentario me ha llegado y llenado por completo.
    Muchas, Muchas Gracias!!!
    Vuelve cuando quieras!! siempre serás Bienvenido!!
    Un Abrazo muy grande!!! :)

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