Luis y luisa caminan de la
mano con paso adagio por las calles de Madrid. Su melodía tan solo se
interrumpe por la mirada dedicada de Luis y el rubor de mejillas de Luisa.
Llevan unidos cinco años. De
estos, dos, bajo el mismo techo. Cuando un 17 de agosto se cruzaron por primera
vez, el amor se reveló en el cristal del compañero, y desde entonces hasta hoy.
Luis y Luisa viven en el piso
de la hermana de Luis, Rosa. Todas las mañanas las chicas se hacen cargo del
desayuno. Preparan zumo natural de zanahoria y naranja, café y tostadas
(tortitas, si es domingo). De cuando en cuando y sin querer Luisa se equivoca.
Rosa tiende a quitar importancia al fallo y hace de este algo divertido.
Mientras las chicas ríen, Luis saca de paseo al perro, Dogui, un teckel al que
consideran su primer "bebe". Rosa les prometió hace un año que
buscaría un "hermanito" para Dogui. La pareja irradiaba felicidad
ante la noticia ya que Luisa tiene ligadas las trompas de Falopio y no puede
tener hijos. Rosa está embarazada por inseminación artificial. Cuando el
pequeño nazca se encontrará con tres padres en lugar de uno.
Tras desayunar, los hermanos
van al trabajo. Luisa pasa el trapo, la escoba y su alegría por el hogar. No
tarda demasiado, sin embargo es muy eficiente.
Luisa tiene una afición en la que emplea el
tiempo libre: Tejer bufandas, gorros y guantes a juego. Un amigo de Rosa, Juan,
a cambio del diez por ciento vende los hermosos trabajos de la joven. "Los
conjuntos del frío", como Luisa los llama tienen un éxito considerable.
Por las tardes Luis y Luisa
juegan al parchís, ven la televisión o salen a dar un paseo como hoy. No
obstante, sin darse cuenta, por mirar una moto roja (el color preferido de
Luis) han tropezado con un chaval de extraña vestimenta que al percibir el roce
ha gritado:¡Ten más cuidado subnormal!A paso ligero se ha marchado sin notar el
dolor que había causado en Luis. Afligido ha caminado cabizbajo un buen rato
hasta que al fin Luisa le ha mirado y con voz suave le ha hablado: -“Mi mamá
dice que subnormal no es el que nace con un "problema", sino el que
tiene la cabeza entera y no la usa” (el que no utiliza sus capacidades teniendo
esa posibilidad).
Luis sonríe a Luisa convencido
de que Dios debe de quererle mucho porque le ha regalado un ángel. Con cuidado,
abraza a su ángel atrayéndolo hacia si para besar su frente y susurrarle al
oído:-“ Siempre me salvas.”
Luis y Luisa tienen Síndrome
de Down. Son menos inteligentes que la mayoría de la gente pero, salvo en ocasiones
como esta en la que "el Homo Sapiens" demuestra el reverso de su
superioridad, Luis y Luisa son más felices que el resto (gracias a la pureza de
sus corazones).
Dedicado
a mi hermana Carlota a la que tanto quiero.
me recordo al amor de mi vida casualmente tenemos el mismo nombre Luis y Luisa y algo de envidiar de esta historia es que la mia debido a la discapacidad emocional de ambos al no decidirnos estar juntos buscamos rutas y caminos tan raros que aunque estamos distanciados estamos cercan en cualquier universo paralelo...me encanto.
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